Volverá la alegría a enredarse con tu voz. A medirse en tus manos y a apoyarse en tu sudor. Borrará duras muecas pintadas sobre un frágil cartón de silencioy el aliento de murga saldrá... a redoblar desterrando la falsa emoción,el beso fugaz A redoblar muchachos la esperanza.Que su latido insista en nuestra sangre para que ésta nunca olvide su rumbo.Porque el corazón no quiere entonar más retiradas...

jueves, 18 de enero de 2007

Que es la murga?

A continuación transcribo un fragmento perteneciente al artículo 71 del Reglamento Municipal del Carnaval de la ciudad de Montevideo, y da cuenta no sólo de lo instituido sino además sintetiza el concepto general de "La Murga”

"La categoría Murgas es conceptualmente un natural medio de comunicación, trasmite la canción del barrio, recoge la poesía de la calle, canta los pensamientos del asfalto. Es una forma expresiva que trasunta el lenguaje popular, con una veta de rebeldía y romanticismo.

La Murga, esencia del sentir ciudadano, conforma una verdadera autocaricatura de la sociedad, por donde desfilan identificados y reconocidos, los acontecimientos salientes de la misma, lo que la gente ve, oye, y dice, tomados en chanza y en su aspecto insólito, jocoso y sin concesiones, y si la situación lo requiere, mostrará la dureza conceptual de su crítica, que es su verdadera esencia. el contexto del libreto, así como la crítica social tendrán un nítido sentido del ingenio, picardía y autenticidad. La veta de protesta punzante, irónica, aguda, mordaz, inteligente y comunicativa, es la estructura y a esencia de la murga....

Distingue a La Murga la mímica, la pantomima, la vivacidad, el movimiento, el contraste, la informalidad escénica y lo grotesco...

Sus textos estarán apoyados por música popularmente conocida o inédita, teniendo la posibilidad de realizar su propia música si así lo quisiera."

La murga es la manifestación artística
más íntimamente ligada al corazón de los uruguayos


La protesta punzante, la sátira, la jocosidad y la ironía son los pilares en los que se sustenta la murga. Desde su génesis se caracterizó por su crítica sin mordazas, por sus acertadas caricaturas de la sociedad y de los personajes del quehacer político. Incluso en períodos dictatoriales que vivió nuestro país, las murgas se ingeniaron para deslizar entre líneas -desafiando a la censura- su mensaje de fe y de esperanza, interpretando el sentir de nuestra gente. Producto de esa consubstanciación, es la fidelidad de sus adeptos, que memorizan sus estrofas y las entonan "a pleno pulmón" en cuanta ocasión se presenta.

Cada barrio tiene "su murga", la cual ensaya en un club o, antiguamente, en las puertas de un bar de la zona. Allí confluyen en las noches veraniegas, las familias enteras –portando, como es tradicional, a sus dos compañeros inseparables: el termo y el mate- que testimonian, de dicha manera, su incondicional apoyo a la agrupación, comprometiéndose a seguirla por su periplo montevideano.

Las murgas, quizá la manifestación más actualmente identificatoria, nacen del carnaval, en el carnaval, pero a la fecha carecen de una historiografía contundente o medianamente unificada.

Este hecho se sustenta fundamentalmente en dos causas.

La memoria popular retiene y reproduce "la historia de las murgas" y su cancionero más clásico a través de la transmisión oral.

Las propias murgas se constituyen en eslabones de esa cadena de la memoria en sus actuaciones, sus recreaciones de la tradición murguera, su recuerdo a personajes y hechos históricos del ámbito, reproduciendo una historia "escrita en la memoria". Por esto, el génesis de este género no tiene una sola versión.

copiado y pegado del Foro... Gracias Jrial !!!


"Cual retazo de los suelos"


Encontre un libro que me emociono bastante, me atrapo con pocas palabras... comparto con mis amigos parte de mis emociones ... ahi va parte del libro... si alguien tiene noticias de este libro... me lo pase por favor... gracias!!

"cual retazo de los suelos" anécdotas, invenciones y meditaciones sobre el Carnaval en general y la murga en particular Guillermo Lamolle

UNA DE LAS PALABRAS QUE MÁS FIGURA en los repertorios carnavaleros es "pasión". Además de rimar con corazón, emoción y similares (términos intercambiables que actúan casi como comodín) la palabra pasión resume lo que el murguista siente por su profesión. Es curioso: en el diccionario de sinónimos del Microsoft Word (botón derecho del ratón) aparecen los siguientes: ardor, entusiasmo, efusión, calor, ímpetu, fogosidad, exaltación. No figura por ninguna parte el otro sentido (el original) de la palabra pasión: padecimiento. Bueno, qué puede saber Bill Gates de padecimientos... Sin embargo, es en ese sentido que me gusta usar la palabra pasión, cuando de carnaval se trata. Se parece un poco a la emoción del primer beso, pero también a la del último —cuando sabemos previamente que lo será—.

El carnaval no es un modelo perfecto de "fiesta alegre". Alegres son las vacaciones, alegre puede ser una salida a bailar, un asado, el recreo escolar. El carnaval está lleno de melancolía, de tensión, de nervios, de envidias, de frustración. De energías liberadas de golpe, como en una explosión. Es, en cierto modo, una forma muy terapéutica de descargar presiones acumuladas.

Los murguistas disfrutan cuando la letra que cantan hace reír a la gente, pero más disfrutan cuando hace emocionar al público y —especialmente—, a ellos mismos. No me parece aventurado afirmar que el cuplé es para el público, y la retirada para los murguistas. Porque el cuplé es una cosa más del momento, y la retirada es eterna, conmovedora, y sobre todo eternamente conmovedora, que no es lo mismo. Las canciones que quedan en la memoria, son retiradas, donde todos lamentan tener que partir.

Seamos sensatos, a nadie puede poner tan triste terminar una simple actuación en medio del carnaval, cuando capaz que hay que hacer otra diez minutos después. Los murguistas necesitan exteriorizar su tristeza intrínseca, y lo de la partida es una excusa. Es así. En todo caso, si nos ponemos en antropólogos, podría decirse que una vez exorcizada la tristeza por medio del ritual de la despedida, el murguista está en condiciones de recuperar su alegría. ¿Y dónde vivencia (ahora uso vocabulario de psicólogo) plenamente esa alegría? En la banadera que lo transporta de un tablado a otro. Porque en toda despedida que se precie de tal, se canta algo así corno "nos vamos, pero volveremos". Ese "volveremos" no se lo dice la murga al público como la madre al niño ("mamá va a salir un rato, pero después vuelve"). Nada de eso; la gente es grande. La murga se lo recuerda a sí misma, para que el sufrimiento de la despedida no pase de ser un sufrimiento, justamente, ritual. Los murguistas no son tan adultos cuando están sobre el escenario, y precisan unos mimos de mamá murga. ¿Y para qué quieren volver los murguistas? Para poder despedirse una vez más, y otra, y otra, aumentando la vana ilusión de que será así hasta la eternidad.

De vez en cuando un murguista intenta escapar de ese círculo y dice: "No salgo más". Entonces se despide con mucho más intensidad que habitualmente (tal vez sea eso lo que busca, en realidad, con su decisión). Y al poco tiempo allí está de nuevo. El carnaval es una droga que genera acostumbramiento (de ahí la necesidad de aumentar la dosis de melancolía diciendo que éste es el último año), un fuerte síndrome de abstinencia, y frecuentes recaídas.
No puedo terminar este capítulo sin mencionar las curiosas asociaciones que realicé al escribirlo entre temas tales como: el complejo de Edipo, el miedo a la muerte, la necesidad de autoperpetuación a través de la reproducción e incluso la teoría del gen egoísta.* Obviamente, no voy a ponerme a hablar de todo eso, porque (aparte de ser un poco atrevido de mi parte) sería ir demasiado lejos en un libro sobre carnaval. Pero sirve para ilustrar lo siguiente: cuando uno está dedicado a escribir el repertorio de una murga, tan amplio y abarcativo, a menudo se ve asaltado por asociaciones de cualquier tipo, la mayoría de las cuales deben ser descartadas (por más interesantes que resulten) para que la actuación no corra el riesgo de ser un plomazo, y —previo a ello— para que los murguistas no se vean tentados a colgar al letrista precisamente de los órganos encargados de su autoperpetuación.


"cual retazo de los suelos" Ediciones Trilce - Uruguay Guillermo Lamolle (compositor, director, arreglador y letrista de murga, “Figura Máxima del Carnaval 2005”) Es director y letrista de la murga La Gran Siete, Escribió letras y/o compuso músicas o arreglos corales para las agrupaciones carnavaleras La Gran Muñeca y Momolandia (murgas), Los Sandros (parodistas) y Las Ranas (humoristas). Como solista ha realizado diversos espectáculos. Ha participado en grabaciones de otros músicos como Jorge Lazaroff, Mauricio Ubal, Mariana Ingold, Osvaldo Fattoruso, Jorge Schellemberg, Teresita Minetti y Jaime Roos, entre otros. Canciones suyas fueron ejecutadas por Jorge Lazaroff y el grupo Trifulca. Integra el equipo de coordinación de los Cancioneros del Taller Uruguayo de Música Popular (TUMP), del que es docente.

martes, 21 de noviembre de 2006

Porque el corazón no quiere entonar más retiradas...

Uruguay Montevideo

Tablado:

Especie de anfiteatro. Escenario montado al aire libre.


Teatro de Verano:
Anfiteatro. Parque Rodó. Rambla. Mar.


Los recuerdos son, en la vida de uno, lo que uno mismo es. Dicen que se elige que recordar. De mi infancia, quiero mantener conmigo, las noches de Montevideo, en Carnaval. Un desfile de gente negra, guiados por el sonido de los tambores. Esconderme detrás de mi mamá, cuando descubría llegar a los cabezudos. Creer que eran viejitos, esos que parecían quebrarse con cada paso, en un bailar de gente que a pesar de todo, baila.

Y las risas, de mis padres, la propia, y la del pueblo. Que elige reír, también a pesar de todo.


Carnaval era una fiesta.

Los tablados, para una niña, eran mágicos. Esperábamos que llegarán los grupos, y nos maravillábamos cuando un murguista, vestido de colores brillantes, con trajes imponentes a nuestros ojos de chicos, pasaba por al lado nuestro. Los mirábamos curiosos, como reconociendo una raza diferente.

Y no entendíamos ni una palabra de lo que decían. Hablaban del presidente, de políticos, nosotros escuchábamos nombres de gente que no tenían que ver con nuestras vidas. O al menos, eso creíamos.

Y hablaban del pueblo con hambre, de la falta de cultura, de plata que no iba a donde tenía que ir, de represión… Sabíamos que algo, estaba pasando ahí, en el escenario. Sabíamos que era algo importante.
Pero aun no podíamos entender.

Con el paso de los años, seguí yendo a Montevideo. Los veranos se mezclaron con playas, salidas a bailar, y yo que fui creciendo. Quise estudiar teatro. Creo que algo de esos veranos, cuando era niña, quedó en mí para siempre. Como ese rumbo que no elegimos nosotros, sino que nos elige sin que seamos concientes. También las voces de los murguistas, con sus suplicas por la gente, se quedaron conmigo. Hoy soy en parte, eso que fue y es Montevideo en Carnaval. Mezcla de pueblo que pide justicia, con dolor, pero sobre todo con esperanza (porque si bien piden desde hace mucho, piden cantando, disfrazados y con los rostros maquillados de colores alegres), voces que dicen partirse en noches de tablado, espectadores, actores y cantantes, que en Carnaval se fusionan con un mismo propósito, el de ser país.

“A redoblar muchachos la esperaza
que su latido insista en nuestra sangre
para que esta nunca olvide
su rumbo”

lagrimon callejero... nostalgico


Recuerdo mis viajes a Montevideo,

una melodía agrieta la herida,
esa herida...
la nostálgica,
ese lagrimón tiene gusto a regreso
y caricias de un amor profundo,
mezcladas con el sabor
a los besos de mi abuela
me dio en un tablado del Barrio Malvín.
Hoy me parece recorrer
el mismo camino con esa brisa...
aquella brisa que hizo cargar
a mi abuelo un suéter todo el camino,
el camino?
en ese momento conducía al carnaval en 18...
en ese momento era solo ir a ver
un espectáculo tradicional del pueblo uruguayo…
hoy es una pasión,
hoy la murga dentro del carnaval
es un sentir…





¿Que es una murga mamá? murga?
murga es una golondrina que en su romántico vuelo barriletes de ilusiones va recortando en el cielo. Murga es el imán fraterno que al pueblo atrae y hechiza, murga es la eterna sonrisa en los labios del Pierrot y con esta bombonada que se aplaude con cariño ...